La primera ola del covid cogió a gobiernos, hospitales y ciudadanos desprevenidos, con desconocimiento sobre el virus y carencia de medios en hospitales y farmacias para hacer frente a las primeras medidas de contención y asistencia sanitaria. Después de las drásticas medidas que se adoptaron por el Gobierno de España, se controló la propagación masiva del virus entre la población española, con un elevado coste social y económico. En verano, con las vacaciones, se relajaron las medidas que se habían implementado con la primera ola del covid, y opino que desde el Gobierno no reaccionó a tiempo para volver a poner en marcha medidas que permitieran controlar el rápido crecimiento de los casos, que previsiblemente se iba a producir en otoño. Creo que habría sido necesario hacer más PCRs y haber contratado más rastreadores que hicieran un control y seguimiento efectivo de los posibles contagios para controlar el crecimiento de los casos. Una vez perdido este control, solo se podrían
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